TU FORMA DE CRIAR DEJA HUELLA

Criar no solo es proveer alimento y abrigo, también es acompañar emocionalmente. Muchas de las conductas difíciles que vemos en nuestros hijos tienen raíces profundas en experiencias no resueltas dentro del entorno familiar. A veces, sin querer, transmitimos heridas que no nos correspondían o repetimos patrones que no entendemos del todo. Hoy más que nunca, es importante mirar hacia adentro y preguntarnos: ¿Qué tipo de huella estoy dejando en mis hijos? Reconocer nuestras palabras, gestos y reacciones cotidianas puede marcar la diferencia en su desarrollo emocional. 🌱 La buena noticia es que nunca es tarde para empezar a sanar . Con amor, escucha, y humildad, podemos transformar la forma de acompañar a nuestros hijos. Reflexionar sobre nuestra forma de criar es un acto de amor y valentía que impacta directamente en el bienestar emocional de nuestros hijos.